El Pacamacio
(PA: Patricia; CA: Bianca; MA: Matías; CIO: Ignacio)
A pesar de que no existen datos oficiales y concretos, se cree que este animal mitológico data del siglo XVII. Su origen se halla en las afueras de la que hoy es la ciudad capital de la India, Nueva Delhi.
Fue descubierto por expedicionarios portugueses quienes lo describieron como un animal de gran tamaño y contextura física. Imponente y temeroso.
Con una altura de más de un metro ochenta, el PACAMACIO poseía tres patas, dos brazos, una aleta que recorría toda su columna vertebral, dos cuernos en su cabeza, una cola con veneno en su punta que utilizaba para defenderse de posibles ataques. Según cuentan las leyendas, el animal tenía la particularidad de poder volar ya que sus escápulas podían transformarse en alas o aletas (según el caso) y lograr una velocidad de 30 kilómetros por hora vía aérea y de 20 vía marítima. La expectativa de vida era de 25 años y podía alcanzar una altura máxima de 199 centímetros. El promedio de su peso era de 110 kilogramos.
Tenía una dieta herbívora, lo que le permitía adaptarse a cualquier tipo de territorio, habitus y ecosistemas ya que las condiciones climáticas no le eran adversas. Su pelaje le filtraba las altas temperaturas, y frente a las bajas, actuaba como protección.
Si bien su idiosincrasia era salvaje, no consta que haya atacado a los humanos. Por el contrario, una vez que tuvo contacto con la sociedad blanca occidental, el PACAMACIO tendió a escaparse de ellos tras ver la cruel matanza que generaban en sus pagos. Pero, así y todo, el animal no pudo evitarlos por mucho tiempo. En el transcurso de dos años, el animal ha sido extinguido de la faz de la tierra y no han quedado ningún tipo de rastros ni registros.
Por otro lado está la versión “oficial”, planteada por la institución de la Iglesia. Si bien en las características físicas concuerdan con lo anterior, existe una importante diferencia. En ese entonces, al haber visto al PACAMACIO y no encontrarle parecido a ninguno de los otros animales comunes y corrientes, los más típicos, y sin estudiarlo y observarlo como a cualquier otro, la iglesia lo catalogó como un anticristo. Era visto como la presencia del diablo en la tierra. El boca en boca en los pueblos comenzó a circular con gran efectividad, por supuesto que de forma negativa y peyorativa, diciendo las barbaridades que el animal hacía, como ser: comer hombres, prácticas diabólicas, hechizos y brujerías. Todo esto para justificar su accionar posterior.
Frente a esta situación, la Iglesia tomó la triste y unánime decisión final de eliminarlo de la faz de la tierra. Las matanzas y cacerías de PACAMACIOS se observaban en cualquier sitio de las ciudades. Las plazas públicas eran el conclave ideal para exponer el trofeo preciado.
El plan ha sido llevado a cabo y hoy por hoy no hay ningún dato oficial de lo sucedido. Solo se hallaron dos pinturas de artistas que, por esos trabajos, fueron ahorcados.
A pesar de que no existen datos oficiales y concretos, se cree que este animal mitológico data del siglo XVII. Su origen se halla en las afueras de la que hoy es la ciudad capital de la India, Nueva Delhi.
Fue descubierto por expedicionarios portugueses quienes lo describieron como un animal de gran tamaño y contextura física. Imponente y temeroso.
Con una altura de más de un metro ochenta, el PACAMACIO poseía tres patas, dos brazos, una aleta que recorría toda su columna vertebral, dos cuernos en su cabeza, una cola con veneno en su punta que utilizaba para defenderse de posibles ataques. Según cuentan las leyendas, el animal tenía la particularidad de poder volar ya que sus escápulas podían transformarse en alas o aletas (según el caso) y lograr una velocidad de 30 kilómetros por hora vía aérea y de 20 vía marítima. La expectativa de vida era de 25 años y podía alcanzar una altura máxima de 199 centímetros. El promedio de su peso era de 110 kilogramos.
Tenía una dieta herbívora, lo que le permitía adaptarse a cualquier tipo de territorio, habitus y ecosistemas ya que las condiciones climáticas no le eran adversas. Su pelaje le filtraba las altas temperaturas, y frente a las bajas, actuaba como protección.
Si bien su idiosincrasia era salvaje, no consta que haya atacado a los humanos. Por el contrario, una vez que tuvo contacto con la sociedad blanca occidental, el PACAMACIO tendió a escaparse de ellos tras ver la cruel matanza que generaban en sus pagos. Pero, así y todo, el animal no pudo evitarlos por mucho tiempo. En el transcurso de dos años, el animal ha sido extinguido de la faz de la tierra y no han quedado ningún tipo de rastros ni registros.
Por otro lado está la versión “oficial”, planteada por la institución de la Iglesia. Si bien en las características físicas concuerdan con lo anterior, existe una importante diferencia. En ese entonces, al haber visto al PACAMACIO y no encontrarle parecido a ninguno de los otros animales comunes y corrientes, los más típicos, y sin estudiarlo y observarlo como a cualquier otro, la iglesia lo catalogó como un anticristo. Era visto como la presencia del diablo en la tierra. El boca en boca en los pueblos comenzó a circular con gran efectividad, por supuesto que de forma negativa y peyorativa, diciendo las barbaridades que el animal hacía, como ser: comer hombres, prácticas diabólicas, hechizos y brujerías. Todo esto para justificar su accionar posterior.
Frente a esta situación, la Iglesia tomó la triste y unánime decisión final de eliminarlo de la faz de la tierra. Las matanzas y cacerías de PACAMACIOS se observaban en cualquier sitio de las ciudades. Las plazas públicas eran el conclave ideal para exponer el trofeo preciado.
El plan ha sido llevado a cabo y hoy por hoy no hay ningún dato oficial de lo sucedido. Solo se hallaron dos pinturas de artistas que, por esos trabajos, fueron ahorcados.
Sin embargo científicos estadounidenses de la Universidad de Columbia, investigaron las obras de Leonardo Da Vinci y descubrieron que en “La última cena” aparecería la figura de un Pacamacio. Al parecer, estos investigadores sostienen, que esta figura fue borrada. Sostienen que Leonardo Da Vinci al comprobar el peligro que corría, ya que muchos de los artistas y escultores que habían decidido incluir al Pacamacio en sus obras eran quemados en la hoguera u ahorcados, tomo la decisión de modificar su obra de arte.